SIN REMEDIO
y ahí estabas luego de todos esos años que no se iban
demorando la partida
veinte veces debiste decirme que las cosas no tienen futuro
que son un presente permanente
con suerte pasado
como la mesa donde invitamos a cenar
a los que no nos dejan partir
y están como el continuo
para que no se nos desmorone la vida
pero ya ves que no era tan fácil una despedida cualquiera
que la línea recta en que quise hacerte caminar
me llevó siempre al mismo final
y tú por más que me pierdas
me sigues encontrando en cada pasadizo
de los jardines ocultos de nuestra memoria
seguiremos dándonos cita
en el laberinto del desencuentro.
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