Le pedí que no fuera a la ciudad, pero aún así se
empeñó en conocerla, es testarudo como lo fue su padre...
Hace un momento me desperté y él estaba parado en la ventana como espiando el horizonte,
al sentirme se dio vuelta lentamente con la cabeza gacha, se acercó a mí, me tomó las
manos, levantó la mirada y sin quitar sus pequeños ojos de los míos tomó aire
profundamente y exhaló:
¿por qué, por qué esos niños caminaban sin zapatos y con las
caritas sucias por entre los autos?,
¿por qué sus padres por las noches buscaban en las calles las
bolsas de basura en medio de un enfrentamiento diario con los perros callejeros?,
¿por qué desde la punta de un cerro pude ver
un lado verde y el otro gris?, ¿por qué de un lado bajaban autos nuevos y del otro
bajaban señoras y niños con baldes vacíos?
¿por qué un hombre orinaba en una esquina mientras una
niña que jugaba en la vereda lo miraba? ¿acaso ese señor no tenía hermanitas, o alguna
hijita?
y esas fotos de los diarios que los niños veían en los
paraderos ¿las habían puesto allí para ellos?
¿por qué hay alguien que siempre toma lo que no es suyo?
¿y que hacían todos esos hombres parados en la puerta de un edificio en construcción,
todos con caras tristes? y en la puerta de un colegio religioso habia un grupo de padres
y sus hijos con rostros de preocupación y de vergüenza que se acercaban a leer un cartel
que decía : "Relación de alumnos morosos", ¿por qué no los dejaban entrar
mami, tal vez olvidaron
llevar su biblia?, ¿qué quiere decir moroso?
y antes que saliera corriendo hacia el río sólo pude decirle:
Vicente, ay Vicente...